El radicalismo, impulsado por el aplastante triunfo en Jujuy del gobernador Gerardo Morales y la aceptación que tuvo la sorpresiva candidatura de Facundo Manes en territorio bonaerense, se envalentona y plantea en el seno de la coalición de Juntos por el Cambio que ahora -con el post macrismo- hay «horizontalidad» en la toma de decisiones y que la conformación de las listas de candidatos para noviembre deber por consenso o ir a internas.
Los máximos dirigentes de la UCR advirtieron que «esta vez no ocurrirá» lo que pasó en 2015, cuando el partido desplegó todo su aparato en el país para ayudar al triunfo de Cambiemos y colocar a Mauricio Macri en la Casa Rosada, y el ahora expresidente fue tomando distancia y relegando de a poco a los dirigentes radicales de peso.
Tal fue el caso de Ernesto Sanz, quien fue a las PASO con Macri y perdió. Aunque el mendocino finalmente no integró el gobierno por razones personales, varios dirigentes partidarios fueron también postergados en las sucesivas elecciones legislativas.
Ahora, los jefes de la UCR, Alfredo Cornejo y Gerardo Morales, avisaron que disputarán palmo a palmo el primer lugar en la lista de candidatos en todo el país, empezando por la provincia de Buenos Aires, donde ven a Manes como un candidato de «consenso» frente a la pelea del PRO entre Macri y Horacio Rodríguez Larreta.