El histórico régimen de promoción industrial de Tierra del Fuego es sometido de manera periódica a distintos debates sobre la conveniencia o no de su continuidad, lo que genera un estado de incertidumbre no sólo para las industrias allí radicadas atraídas por los beneficios fiscales, sino para los miles de habitantes que dependen de sus fuentes de trabajo. A las muchas propuestas que en consecuencia se discuten asociadas a profundizar actividades como los servicios turísticos, la logística regional o el desarrollo de la economía del conocimiento, uno de larga data es la construcción de un polo petroquímico que aproveche su importante desarrollo hidrocarburífero que permitió posicionar a Tierra del Fuego como la tercera jurisdicción productora de gas del país.
Desde los años ochenta, la disponibilidad de gas dio lugar al armado de proyectos de inversión con el objetivo de industrializarlo, pero por diferentes razones estos no lograron concretarse. Sí se puso en marcha una planta de metanol radicada fuera del territorio argentino, en la localidad chilena de Punta Arenas, que fue construida por la firma canadiense Methanex para ser abastecida fundamentalmente con gas proveniente de Tierra del Fuego.
Hoy está en plena ejecución el Proyecto Fenix, que lleva adelante el consorcio de las petroleras Total, Wintershall y Pan American Energy para la construcción de una nueva plataforma offshore para la producción de gas natural, con una inversión de US$ 750 millones.

En 2022, Tierra del Fuego y las áreas bajo jurisdicción del Estado Nacional sobre la Cuenca Austral aportaron 21 millones de m3 diarios (MMm3/d) de gas al sistema. El mayor volumen de gas se extrae de la concesión Cuenca Marina Austral 1 (CMA‑1), principal bloque de explotación offshore adjudicado a este consorcio. Pero hay otros que pueden tener viabilidad de manera de asegurar un suministre fiable por las próximas décadas que justifiquen las millonarias inversiones para la radicación de industrias vinculadas al agregado del valor del gas.
En la actualidad existen en la provincia dos proyectos privados para la instalación de plantas de procesamiento de gas natural para la fabricación de productos petroquímicos. Uno de ellos lo impulsa Mirgor en asociación con Total Austral, que opera el principal campo gasífero de la Cuenca Austral. Entre las actividades que se proyectan se destaca la construcción de una planta de urea granulada y otra de metanol, con una inversión estimada de USD 1250 millones.
En una etapa posterior, también se contemplaría la instalación de una planta de licuefacción de Gas Natural Licuado (GNL) con vistas a la exportación e incluso se prevé impulsar la separación de líquidos del gas natural para la producción de Gas Licuado de Petróleo (GLP), así como la instalación de una usina térmica.
Mirgor además está impulsando la construcción de un puerto en la ciudad de Río Grande, lo que es esencial para transportar esta nueva producción destinada a exportarse.
A pesar de ruido político que generó, el segundo de los proyectos corresponde a la empresa china Shaanxi Chemical Industry Group. Tierra del Fuego ha firmado recientemente un Memorándum de Entendimiento para una inversión de USD 1000 millones destinada a la instalación de una planta que elaborará 600.000 toneladas de amoníaco, 900.000 toneladas de urea y 100.000 toneladas de glifosato anuales.
Además, se acordó la construcción de una terminal portuaria multipropósito con recinto interno que permita el amarre de embarcaciones de 20.000 toneladas y una central eléctrica a gas de 100 MW. Si bien el consumo de gas de cada proyecto dependerá en última instancia de la magnitud real de la inversión y del tamaño de las plantas, se trata de planes muy ambiciosos desde el punto de vista del suministro de gas natural, que requieren fuertes incrementos en el nivel de inversión en el upstream para asegurar los volúmenes necesarios.
Adicionalmente, cualquier iniciativa orientada a industrializar el gas natural requerirá la construcción de infraestructura básica y portuaria para trasladar la producción fuera de la isla (ver apartado acerca de la infraestructura portuaria y la logística). Por este motivo, la concreción de estos proyectos demandaría adicionalmente por parte del sector público inversiones aproximadas por USD 200 millones. Si ambos proyectos se pusieran en marcha y si concomitantemente se ampliara la producción de gas para abastecerlos, la inversión total privada se estimaría en USD 2800 millones, mientras que la inversión pública sería de USD 200 millones, de acuerdo a las propias estimaciones oficiales.
El futuro Polo Petroquímico será el punto de partida para que muchas otras pequeñas y medianas empresas se instalen en la provincia para abastecer dicha industria, generando así, nuevos puestos de trabajo con mano de obra local