Una de las espadas políticas del ahora presidenciable jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez, Larreta, salió hoy a obturarle un posible regreso a territorio porteño a la gobernadora María Eugenia Vidal, quien el 10 de diciembre dejará el sillón de Dardo Rocha en la Plata.

«A Vidal yo la imagino siempre presente en Buenos Aires (la Capital Federal) como en el resto del país  pero su lugar, su corazón están especialmente en la que es su provincia de Buenos Aires», disparó Felipe Miguel, el jefe de Gabinete porteño, dejando claro que la gestión larretista mira ahora de cara a las presidenciales del 2023 y no en un refugio de perdedores.

La mano derecha de Rodríguez Larreta blanqueó así que no hay lugar para Vidal en el enclave  donde nació en la política, en el 2007, al resultar electa legisladora porteña y, seis días después, ingresar al Ministerio de Desarrollo Social de la gestión como jefe de Gobierno porteño de Mauricio Macri.

Varias hipótesis se tejieron en derredor de Vidal -quien en reiteradas oportunidades reveló que Larreta era uno de los políticos del PRO que más consultaba-, tras perder categóricamente frente a Axel Kicillof, tanto en las PASO como en las generales de octubre, pero ella mantiene silencio y teje por debajo.

Vidal terminó mal su relación con Macri, que en estos cuatros años la elogió calurosamente, pero el todopoderoso jefe de Gabinete Marcos Peña no le perdona a la «Leona», como le decía su jefe antes del 27O, que «no le haya puesto más garra» a la elección, sobre todo entre las PASO y la del 27 de octubre, a diferencia de lo que hizo el líder de Cambiemos.

Rodríguez Larreta, a su vez, le dará prioridad a su alianza con los sectores que lo llevaron a ganar  las elecciones, en primera vuelta, y en esa dirección en las últimas hora le dio la dirección del Banco Ciudad al banquero Guillermo Laje, de Martín Losteau (UCR) y la jefatura de la bancada de Cambiemos en la Legislatura se la concedió a Diego García Vilas, quien responde a Graciela Ocaña.

Además, en su campaña presidencial para el ’23, el hoy principal dirigente político del PRO –el único ganador de este año- estuvo el sábado con el papa Francisco en el Vaticano. A su regreso prometió que definiría su Gabinete.

Miguel ungió ya a su jefe como el «líder político mas meritorio» en el espacio poselecciones.