El ministro del Interior, Eduardo «Wado» de Pedro y el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, se verán esta tarde cara a cara, en un nuevo round por la disputa por los puntos de coparticipación que la Nación le sacó el año pasado a la Ciudad, bajo el fundamento de que le habían sido dados por el «favoritismo» del entonces presidente Mauricio Macri por el hoy líder porteño del PRO.

La reunión será a las 17, en el Salón de los Escudos de la cartera de Interior, en la Casa Rosada, y De Pedro estará acompañado por el ministro de Economía, Martín Guzmán.

Fuentes de la Casa Rosada dijeron a Periodismo Federal que el gobierno «busca un diálogo franco, sin especulaciones y con los números sobre la mesa» y, en ese camino, señalaron que «desde un comienzo se apuntó a corregir el favoritismo con el que contó la Ciudad en detrimento con el resto de las provincias durante el gobierno de Macri. No se trata de ningún capricho o avanzada: fue una promesa de campaña del Presidente poner en orden las cuentas de las provincias y de la Ciudad».

«Justamente esta medida -dijeron los portavoces- contó con el apoyo de todos los gobernadores, que coincidieron en que no se podía triplicar los recursos al distrito más rico del país. Esto fue ratificado por todos los gobernadores con la firma del pacto fiscal, incluyendo las administradas por Cambiemos, como Jujuy o Mendoza; y otras como Neuquén y Río Negro. En este consenso, que está próximo a ser sancionado en Diputados, los gobernadores dejan en claro que las funciones traspasadas del gobierno nacional a cualquiera de las provincias deben ser por ley y no se puede utilizar la ley de coparticipación para transferir fondos».

Asimismo, las fuentes de la Casa Rosada mencionaron que con Rodríguez Larreta «se venía dialogando desde fines de 2019. Incluso los equipos técnicos de Nación presentaron los informes que mostraban la transferencia indebida de recursos» y agregaron que «de hecho, ese traspaso en 2016 se hizo por decreto, de espaldas al Congreso, beneficiando al único distrito que gobernaba el PRO, sin que nadie auditara sus fondos.