El peronista Juan Manzur, reasumirá el martes próximo la gobernación de Tucumán, donde fue reelecto en junio pasado por el 50% de los votos, y aparece como uno de los puntales de la liga de gobernadores del PJ que prometen sostener a Alberto Fernández en la presidencia, de ganar el domingo próximo.

Manzur asumirá dos días después de los comicios presidenciales, en un acto a las 19 horas en el Teatro San Martín, y está abierta la expectativa de si la asunción será aprovechada por Alberto Fernández –tal vez presidente electo- para un festejo a lo grande junto al resto de los mandatarios peronistas.

El gobernador, médico cirujano, sanitarista y legista, utilizó recursos variopintos para ganar nuevamente en Tucumán. Lo más llamativo fue la creación de una canción con una frase muy pegadiza que se hizo popular en la provincia de los limones: “¿Qué locura es esta? ¿Qué locura es esta? ¿Qué locura es esta?”, se escuchaba en las calles y bares de la provincia, en la previa a la elección provincial.

Manzur también causó sensación cuando días atrás encabezó un mitin de campaña en el que apareció con una boina blanca –el símbolo tradicional de los radicales- en un acto en el que una agrupación tucumana de extracción alfonsinista apoyó al Frente de Todos.

El uso de la tradicional boina blanca del partido centenario coincidió con fuertes rumores de que algún radical integraría un eventual gobierno de Alberto Fernández y todo apunta hasta ahora a Ricardo Alfonsín, quien fustigó duramente toda la gestión del presidente Mauricio Macri.

Rara parábola la de Manzur. Arrancó el año enemistado con Cristina e incluso fue uno de los gobernadores que integró la denominada “tercera vía” (Alternativa Federal) con el candidato a vicepresidente de Juntos por el Cambio, Miguel Pichetto –cuando todavía militaba en el peronismo-; el líder del Frente Renovador, Sergio Massa; y su par de Córdoba, Juan Schiaretti. A ellos y otros los invitó a un gran acto el 17 de octubre del año pasado para festeja el Día de la Lealtad partidaria.

Incluso había sido uno de los pocos gobernadores que había recibido al interventor del PJ, Luis Barrionuevo, designado por la jueza federal Servini de Cubría.

Pero todo cambió el cuatro de enero de este año cuando, a  través de una carta dirigida al PJ nacional, Manzur  anunció su alejamiento de Alternativa Federal, reclamó «la unidad» con Cristina y acusó, a los que la querían dejar de lado, que “trababajan” para Macri.

Ese cambio de actitud respecto de la ex presidenta –de quien había sido ministro de Salud en 2009, cuando azotaba al país la gripe A- le valió un acercamiento a los K, que con Cristina a la cabeza apoyaban al senador José Alperovich (PJ) en la carrera para la sucesión en la gobernación, el pasado 9 de junio.

Incluso se dio el hecho de que mientras Manzur, en los primeros días de junio, posaba en una foto con Alberto Fernández, convaleciente en su corta internación tras el anuncio de su candidatura presidencial, Cristina se sacaba otra foto con Alperovich, quien fue gobernador dos períodos antes que Manzur.

La disputa entre ellos se saldó en elecciones. Manzur le ganó clara y contundentemente la candidatura a gobernador a Alperovich y ya no hubo discusión.

A partir de ahí el gobernador tejió fuertes lazos con Alberto Fernández e incluso llamó la atención que los apoyos económicos más importantes en la campaña del candidato presidencial del Frente de Todos proviniesen nada menos que de Tucumán.

El largo recorrido político de Manzur se inició como secretario de Salud en el partido bonaerense de La Matanza, con el  intendente era Alberto Balestrini (PJ), y luego como viceministro de salud en la provincia de San Luis. De ahí fue a Tucumán donde en el 2003 asumió como ministro de salud de José Alperovich, a quien ahora eclipsó.