No son días fáciles para el gobernador de Santa Fe, Omar Perotti, quien acuciado por la ola de inseguridad que afecta a la provincia, logró imponer su megaley de emergencia en el Senado, pero a un alto costo político, ya que no logró consensuarla con la oposición, que domina la Cámara de Diputados y que ahora deberá tratar la media sanción de la polémica iniciativa.
La Cámara aprobó la megaley denominada de «Necesidad pública», que declara la emergencia económica, sanitaria y en materia de seguridad y alimentaria hasta mediados del año próximo. La ley es reclamada por Perotti con el argumento de que si no sale la ley quedará paralizada la provincia.
Fueron suficientes los 11 votos de los legisladores del PJ, que esta vez votaron en bloque, ante el disconformismo de la oposición, que ya le había rechazado un paquete similar al gobernador a los pocos de asumido, el 11 de diciembre pasado.
El mandatario había buscado un diálogo político semanas atrás, con todas las fuerzas opositoras en la Legislatura, pero las negociaciones no llegaron a buen puerto.
Ahora, la iniciativa oficial pasó a la Cámara de Diputados, cuyo presidente es el exgobernador socialista Miguel Lifschitz, donde el Frente Progresista, tiene 28 bancas sobre 50, mientras que el PJ tiene solo 7.
«No se entiende lo que están haciendo; a esta altura creo que a Perotti no le interesa que salga la ley», expresó el diputado Maximiliano Pullaro, titular de la bancada la UCR y quien junto a los socialistas integran el interbloque del Frente Progresista.
A los tironeos políticos se le suma el clima social en la provincia, por la protesta de los docentes, que iniciaron las clases con paros, y del gremio de la UOCRA, ya que la paralización de obras afecta a cientos de trabajadores, como así también a la policía, que empieza a carecer de insumos.