La promoción de la exploración petrolera en el área mendocina de Vaca Muerta y el plan de reactivación minera de tres proyectos de potasio, hierro y cobre, al sur de la provincia, requería de un centro industrial y logístico que facilitara el desarrollo productivo, y la mejor competitividad de estas actividades vinculadas al departamento de Malargüe.
Así se fortaleció la idea de crear Pata Mora, el nuevo polo que se construirá para el crecimiento industrial, minero y petrolero del sur de Mendoza, en cuyo diseño se trabaja desde hace más de cinco años.
La región sur limítrofe con la provincia de Neuquén, es escenario actualmente del piloto de exploración no convencional que YPF lleva adelante con una inversión de 17 millones de dólares, dentro de los bloques CN-VII y Paso de las Bardas Norte.
De resultar que la Vaca Muerta mendocina es comercialmente productiva en shale oil como las áreas en territorio neuquino, se anticipa la necesidad de desplegar equipos y personal en la región para su desarrollo.
Casi en simultáneo, la petrolera decidió avanzar con proyectos de recuperación terciaria en áreas convencionales con inversiones estimadas de 71 millones de dólares, que incluyen el montaje de 4 plantas de inyección de polímeros en Chachahuen y pozos de delineación y pruebas de inyectividad en Cerro Morado. Los resultados de estos proyectos piloto definirán una potencial inversión de 400 millones de dólares en el desarrollo de la recuperación terciaria, también en la zona sur.
Pero los otros grandes proyectos que justifica el nuevo polo industrial y logístico es la rehabilitación de la mina Potasio Río Colorado que, paralizada desde el 2013, está ubicada en el paraje Pata Mora, donde existe un depósito de cloruro de sodio y potasio (de 10% a 60%).
También está en marcha el proyecto Hierro Indio que tiene potencial para abastecer el 30% de todo el hierro que hoy Argentina importa desde el exterior, y el proyecto Cerro Amarillo un yacimiento de pórfidos de cobre cuyo potencial comenzó a analizarse pero que pertenece a la misma formación geológica en la que se encuentran algunas de las principales minas de cobre de Chile.
De la mano de estos proyectos se explica el polo industrial localizado a 300 kilómetros al sur de la ciudad cabecera de Malargüe, cuya creación fue aprobada pocos meses atrás por la Legislatura provincial luego de cumplir con la expropiación del predio, además de estudios ambientales, topográficos, hidrológicos, económicos, de infraestructura, sociales y legales.
El proceso se inició en 2018 y, en 2019, se culminaron los estudios de prefactibilidad, con análisis que involucraron aspectos ambientales, geológicos, aluvionales y sociales de la zona, que es la puerta de entrada a Mendoza desde la Patagonia. Una vez demostrada la prefactibilidad del emprendimiento y con la ley de declaración de utilidad pública, se realizó un master plan, con financiamiento del Consejo Federal de Inversiones (CFI).
Este plan contiene el detalle de las áreas del predio, que incluirá un desarrollo urbano, parque industrial, emprendimiento agrícola-ganadero, zonas de amortiguación, suministro de energía, tratamiento de aguas residuales, nuevos accesos y modelo de desarrollo legal y comercial.
El objetivo de estos trabajos es el desarrollo económico del Sur y de toda la provincia, ya que hasta ahora, para abastecerse de servicios, las empresas ligadas a hidrocarburos y minería debían recurrir a la localidad neuquina de Rincón de los Sauces. Con las perspectivas en materia de petróleo, la reactivación de Potasio Río Colorado y los proyectos Hierro Indio y Cerro Amarillo, era imprescindible que la provincia contara con un centro de logística y servicios.

El parque industrial, minero y petrolero más austral de Mendoza traerá aparejados beneficios adicionales: serán accesibles zonas que hoy no cuentan con caminos adecuados para el turismo y generará puestos de trabajo locales. Así, el proyecto por un total de US$ 300 millones incluye la reparación de la Ruta Provincial 189, que une Pata Mora con El Zampal, la culminación de un tramo de Ruta Nacional 40, y una red de energía eléctrica mendocina que llegará al parque industrial y a localidades vecinas.
Este paraje estuvo durante años en estado de aislamiento y con esta obra, consensuada con la Agencia Provincial de Ordenamiento Territorial, la Municipalidad de Malargüe, los ministerios nacionales de Producción y del Interior y el Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI), se crea un nuevo núcleo económico con desarrollo a largo plazo.
Además de potenciar los hidrocarburos y la minería en el marco de las leyes vigentes, se darán servicios a decenas de operadoras, porque se potenciará el “compre mendocino”, con oportunidades para pymes y prestadoras de servicios complementarios de la provincia.