El Gobierno Nacional y la Ciudad de Buenos Aires se reunieron ayer para empezar a delinear el traspaso de 32 líneas de colectivos, lo que podría repercutir en una suba del valor del pasaje, en medio de una disputa política entre ambas administraciones.

El secretario de Gestión de Transporte, Diego Giuliano sostuvo tras la reunión que se inició un proceso para completar el traspaso, por el cual el Poder Ejecutivo espera que «cada uno asuma su responsabilidad» a nivel transporte.

«Fue muy interesante la aceptación o, por lo menos, el análisis que la Ciudad ha asumido en este tema. Quedan temas a considerar, tenemos una agenda de trabajo», explicó Giuliano en conferencia de prensa.

En medio de la resistencia de la administración porteña, que no quiere pagar el costo político de elevar el valor del pasaje, el secretario de la cartera que dirige Alexis Guerrera señaló que «no es una cuestión forzada, sino que la Ciudad tiene que hacerse cargo de sus servicios y de sus competencias».