El radicalismo es famoso por sus internas y hasta en las últimas horas el vicepresidente del comité nacional, Gerardo Morales, blanqueó que «donde hay dos radicales, hay una interna», pero la pulseada de los dos pesos pesados de Córdaba, Mario Negri y Ramón Mestre, amenaza ahora la unificación del bloque partidario en el Concejo Deliberante, que de esa forma quedaría debilitado.
La pelea entre ambos ya le hizo perder al radicalismo la intendencia de Córdoba (gobernada por Mestre desde el 2011), distrito en el que la UCR era imbatible desde el 2003 y que ganó en mayo pasado el peronista Martín Llaryora.
Ahora las huestes de Negri -hoy más encumbrado que su rival, debido a que seguramente continuará como jefe del interbloque de Cambiemos en la Cámara de Diputados- y Mestre no se ponen de acuerdo para formar un solo bloque en el Concejo.
Negri quiere que la bancada en el departamento deliberativo siga siendo una coalición que agrupe a radicales pero también al PRO y al Frente Cívico de Luis Juez, mientras que Mestre quiero solo boinas blancas.
La pulseada replica las posiciones encontradas de cara a las PASO y las generales de este año, cuando ambos sectores quedaron en un callejón sin salida al no acordar una sola candidatura para enfrentar al gobernador peronista Juan Schiaretti, quien ganó fácilmente la elección, al ir divididos ambos pesos pesados radicales.