Micaela Méndez, la fonoaudióloga del ex presidente Mauricio Macri, que revista como directora de Gestión Comunicacional de la Nación, provocaba hoy murmullos y comentarios entre los empleados de la Casa Rosada porque ya no tiene oficina y deambula de un lado a otro pretendiendo seguir en su función.
Méndez no solo es fonoaudióloga sino que hace coaching y es cantante lírica y era muy popular en el gabinete del ex presidente Mauricio Macri, ya que integró varias comitivas al exterior. Incluso, a fines del año pasado, su imagen se hizo más conocida cuando estaba en medio de presidentes y jefes de Estado en el marco de la Cumbre del G20 que hizo en la ciudad de Buenos Aires.
Méndez comenzó a trabajar en el 2009 con Macri y otros dirigentes del PRO, ya que hace una década no ejerce su afición como cantante lírica.
La relación entre ambos fue tal que hasta fue la impulsora de que el jefe de Estado se sacara el bigote, que lo había acompañado desde joven, cuando empezó a trabajar como jefe en la empresa Socma de su padre y se lo dejó crecer para «imponer más respeto», como contó el propio Macri en reiteradas oportunidades.
Esta mañana, los periodistas que cubrían en el Patio de las Palmeras la llegada del presidente Alberto Fernández, pudieron observarla en uno de los pasillos, al tiempo que otros empleados murmuraban acerca de su rechazo a irse con Macri, con quien ingresó en el 2015.