En la oposición reconocen que Axel Kicillof pisa fuerte en la provincia de Buenos Aires, la madre de todas las batallas. Ante la posibilidad de perder las elecciones nacionales, La Cámpora busca refugiarse en el territorio bonaerense. Sin embargo, el ex ministro de Economía tiene el mismo desafío que Diego Santilli: empujar la lista de su candidato a presidente.

En un sector del radicalismo bonaerense insisten con la teoría de que las puntas de las boletas tiran al candidato a gobernador. Es decir, lo importante es tener un buen postulante a presidente e intendentes. Es por eso que apuestan a que Patricia Bullrich – y los respectivos jefes comunales- arrastrarán la lista de Néstor Grindetti.

Bullrich cuenta con la estructura de la UCR bonaerense, fuerte en el interior. De hecho, esta semana Ernesto Sanz tomó la posta y acompañó a Maximiliano Abad a recorrer la Costa Atlántica. “Este 13 de agosto se define el perfil del liderazgo futuro de la Argentina. El perfil que sea capaz de tener las condiciones personales y la mirada estratégica para romper con las corporaciones sindicales, empresariales y de las organizaciones sociales. Y eso hay que superarlo con una voz fuerte, con mucho coraje, con mucho consenso pero también sabiendo que va a haber conflicto: un conflicto que va a ser superado. Eso es lo que está en juego en Juntos por el Cambio”, expresó Sanz durante la inauguración del nuevo local partidario de la UCR en Mar del Plata.

Luego de la contienda electoral en Santa Fe y la que se desarrollará este domingo en Córdoba Capital, Bullrich reducirá las visitas al interior del país para abocarse a la provincia de Buenos Aires en el último tramo de la campaña, en busca de consolidar su discurso halcón y ganar las PASO.

Los halcones aseguran que no hay un escenario de tres tercios y creen que se debe a que Bullrich logró recuperar el voto que se había fugado en su momento hacia Javier Milei. En las encuestas que manejan aseguran que el líder libertario cayó al menos 6 puntos y que ese hecho coincidió con un crecimiento de la presidenta del PRO en uso de licencia.

“Vamos a pescar en otra pecera”, dicen en el ala moderada de Juntos por el Cambio. En el equipo estratégico de Rodríguez también descartan la teoría de la elección de los tres tercios y aseguran que hay un escenario de “cuatro cuartos”, donde se ubicarían los votos peronistas, libertarios, de Juntos por el Cambio y los indecisos. A ese último sector es al que apuesta el jefe de Gobierno porteño que, en su mayoría, está integrado por los jóvenes y los que no asisten a las urnas el día de la elección. “Buscamos más amplitud”, dicen.

Santilli sabe que es una pieza clave del proyecto presidencial de Larreta. Entiende también que le será difícil ser gobernador de la provincia de Buenos Aires si Rodríguez Larreta no se impone a Bullrich. La historia política bonaerense indica que ambas candidaturas son inherentes y que la candidatura presidencial arrastra, casi perfectamente, a boleta del gobernador. Al mismo, tiempo, no ignora que cosecha “buenos números” de imagen e intención de voto que pueden ser determinantes para la interna de JxC.

Para potenciar la candidatura de Larreta, Santilli ejecuta una campaña centrada en 50 distritos estratégicos de la provincia. De los 135 municipios bonaerenses, el equipo político del diputado nacional focalizó en esas jurisdicciones porque representan el 90 por ciento del padrón de la provincia. Allí están los principales lugares del conurbano, claves por su densidad electoral, y las cabeceras de las secciones electorales que comprenden el interior provincial.

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