A pesar de la foto que en el día de ayer mostró a la mayoría de los principales dirigentes de Juntos por el Cambio unidos,  quedó claro que tanto Horacio Rodríguez Larreta como Mauricio Macri van a fondo en su postura de cara a las elecciones presidenciales del 2023 y que las legislativas de este año no son mas que preparativos. 

En la reunión de la mesa nacional ampliada de la principal fuerza opositora quedó claro que el jefe de Gobierno porteño está decidido a imponer las candidaturas de María Eugenia Vidal en la ciudad de Buenos Aires y de Diego Santilli en la Provincia.

El expresidente, en cambio, nuevamente le asigna a Vidal un rol que no quiere jugar -hace dos años no le dejó anticipar las elecciones provinciales cuando todas las encuestas la daban ganadora-, ya que intenta postularla en territorio bonaerense, de manera de allanarle el camino a Patricia Bullrich, su escudera. En territorio bonaerense, el elegido es su primo, el intendente de Vicente López, Jorge Macri.

Por su parte, los radicales, con Alfredo Cornejo y Gerardo Morales a la cabeza, fueron los que buscaron en la reunión poner paños fríos a la guerra mediática entre los escuderos de Rodríguez Larreta y Macri, y pidieron ventilar «los trapos sucios» adentro y no exponer las diferencias a través de los medios.

Pese al pedido de Rodríguez Larreta y de otros dirigentes, la mesa de JxC decidió por ahora no cambiar el nombre de la alianza, que nació como Cambiemos en 2015 cuando Macri le ganó la presidencia a Scioli, y viró a Juntos por el Cambio en 2019 cuando perdió con Alberto Fernández.