El resultado electoral que dejó a Mauricio Macri con las acciones en alza pese a ser derrotado el 27 de octubre,  trata de ser aprovechado por su ladero Marcos Peña para trasladar confianza a toda la dirigencia partidaria que deberá lidiar con el gobernante del Frente de Todos, desde el 10 de diciembre.

Por eso se abren conjeturas acerca de la presidencia del PRO, el partido que creó Macri para llegar al sillón de Rivadavia, y también si el resto de la coalición Cambiemos apoyará su idea de que Macri-Peña sea el líder de la oposición, como plantea la propaganda macrista estos días.

De hecho, el mandamás radical, Alfredo Cornejo, ya ha dicho que no, y que el radicalismo quiere debate.

Una versión indica que sería el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, quien sería catapultado a la titularidad partidaria como premio por su rotundo triunfo en primera vuelta en la ciudad de Buenos Aires.

Es hipótesis se sostiene además en que la gobernadora María Eugenia Vidal perdió en forma contundente con Axiel Kicillof la provincia de Buenos Aires y que «ya no tiene territorio» y por lo tanto «ya no tiene poder real».

De esa forma, habría una fórmula «Horacio a la titularidad de Cambiemos, Macri como líder de la oposición», sin cargo, pero otro rumor que circuló es que la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, quien ganó muchos puntos cerca del Jefe de Estado en el tramo final de la campaña y podría ser recompensada con la presidencia del PRO.