El presidente Alberto Fernández lo prometió en campaña y, aparentemente, piensa cumplirlo. En septiembre, en un acto en Mendoza para apoyar a la candidata a gobernadora, Anabel Fernández Sagasti, dejó claro que su gobierno sería federal, incorporando a las provincias al esquema de poder y, en esa línea, haría una reunión de Gabinete nacional una vez por mes en cada provincia.

El gobernador de Chaco, Jorge Capitanich, en diálogo con Periodismo Federal, dijo que ese fue uno de los temas que dialogó con el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero. 

Capitanich explicó que la logística y la agenda de fechas del gobierno no será fácil de ajustar, pero que ese programa federal se llevará a cabo en cada una de las provincias.

El entusiasmo federal del presidente es tal que en campaña se habló hasta de que podría llegar a trasladar al interior oficinas como la Secretaría de Turismo o alguna dependencia del Ministerio de Agricultura para que esa visión provincial se vea ejecutada en la realidad.

Es más, en la primera semana de gobierno, el propio Cafiero ratificó el proyecto de gabinetes federales, al tiempo que explicó que en Casa de Gobierno al jefe de Estado, -más que la reunión con todos los ministros- le gusta los mano a mano o más de uno si el tema incumbe a varias carteras.

Ello se observó esta semana cuando, para redactar el proyecto de emergencia social y económica convocó nada menos que al procurador del Tesoro, Carlos Zannini, y a la secretaria de Legal y Técnica, Vilma Ibarra.