Rogelio Frigerio confía en que el buen desempeño que tuvo Juntos por el Cambio en las elecciones provinciales puede ayudarlo a terminar con 20 años de peronismo en Entre Ríos. Pero, a diferencia de Santa Fe y Chaco ‑los últimos batacazos radicales- su provincia elegirá gobernador el mismo día que todos los argentinos voten por la categoría a presidente. Además, el ex ministro del Interior debe terminar de cerrar las heridas que dejaron las PASO en su coalición. El oficialismo, con Adán Bahl como postulante, reforzó en las últimas semanas recorridas por el interior y dejaron trascender que las encuestas que manejan los muestran competitivos y con grandes chances de mantener su hegemonía.
En las PASO de agosto, Frigerio quedó a 7 mil votos por debajo de Bahl. Sin embargo, en la medición de frentes, Juntos por Entre Ríos sumó casi 50 mil votos por encima del espacio justicialista Más para Entre Ríos. Para lograr una victoria contundente, el candidato opositor depende de dos factores: acercar posiciones con los radicales locales que lo desafiaron en la interna y que Patricia Bullrich haga un buen desempeño a nivel nacional.

“Patricia va a estar en el balotaje”, resaltó Frigerio, confiado en que contará con la pata nacional, que lo impulse en los próximos comicios. “Tenemos una tremenda oportunidad en Entre Ríos, después de largos 20 años. La oportunidad de tener una provincia moderna, pujante, que apuesta por la producción, por el empleo de calidad en el sector privado. Y no la vamos a dejar pasar a esa oportunidad”, agregó en diálogo con este medio.
El rol de la UCR también será determinante. Hay un grupo de correligionarios que le responde pero otro, más reticente, que estuvo jugó con Pedro Galimberti durante las PASO. Hace algunas semanas, Frigerio logró que su adversario en la interna de agosto se sacara una foto para mostrar unidad. Aunque se mantiene la desconfianza, el diputado radical lo acompañó en el relanzamiento de campaña y se comprometió a participar de las giras por el norte de la provincia.
También sumó el apoyo de Alberto Olivetti, precandidato a gobernador por el vecinalismo provincial que quedó fuera de las generales. Aunque sólo representa 5 mil votos, ese pequeño caudal será crucial en una elección que se avizora como reñida. En paralelo, el ex funcionario de Mauricio Macri logró una foto de unidad en tres de los principales distritos electorales (Concordia, Concepción del Uruguay y Gualeguaychú).
Sin embargo, no logra hacer pie en Paraná. Allí, la radical Lucía Varisco, que perdió la interna local con el candidato a intendente Emanuel Gainza del PRO, se resiste a sumarse a la campaña. De hecho, generó un fuerte malestar porque se mostró con el candidato Bahl en un acto institucional.
En el oficialismo entrerriano no se dan por vencidos. Tienen sondeos propios que muestran un escenario muy peleado entre Bahl y Frigerio. Al igual que Juntos por el Cambio, ponen sus fichas a que Sergio Massa haga un buen desempeño para llegar al balotaje y que, además, los arrastre de arriba hacia abajo. Como tercer elemento, cuentan a favor la tracción que aportarán los intendentes fuertes en sus territorios.
“Los entrerrianos saben que siempre nos van a encontrar del lado de los que apuestan a crecer y crear empleo. Por eso vamos a acompañar al comercio y a desarrollar el turismo”, expresó Bahl, quien reforzó su campaña con recorridas por Ubajay, Colón, Villa Elisa y San José.
Según las mediciones que maneja Bahl, en Paraná ‑ciudad que gobierna‑, se impone por más de 15 puntos a su adversario de Juntos. En Concordia, los datos también lo ubican arriba de Frigerio, pero por un margen menor que roza los 3 o 4 puntos de diferencia. Similar escenario, aseguran, les dan las mediciones del candidato presidencial de Unión por la Patria, que fue el más votado en las PASO en Entre Ríos.
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