El presidente Alberto Fernández informó junto al ministro de Economía, Martín Guzmán, a los gobernadores de todo el país sobre el estado de las negociaciones de la Argentina con el Fondo Monetario Internacional (FMI).

La reunión, que comenzó minutos después de las 17:30 y se extendió por casi tres horas, desató fuertes cruces entre el oficialismo y la oposición, pero también dejó expuestas las diferencias entre los dirigentes de Juntos por el Cambio.

«El problema de la deuda es un problema muy serio para la economía argentina y va a trascender a mi mandato», resaltó Fernández al dar inicio al encuentro que se desarrolló en el Museo del Bicentenario de la Casa Rosada.

En ese marco, el jefe de Estado puntualizó: «La deuda que eventualmente arreglemos va a superar mi mandato y va a superar el mandato del 2027. Por lo menos, va a estar presente en el escenario de la política argentina en los próximos diez años».

Tras largas negociaciones encabezadas por el propio jefe de Estado, los gobernadores radicales Gerardo Morales (Jujuy), Gustavo Valdés (Corrientes) y Rodolfo Suárez (Mendoza) enviaron representantes al encuentro en la Casa de Gobierno, marcando su posición dentro de Juntos por el Cambio. Por lo tanto, el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, fue el único dirigente de la oposición que no envió a ningún representante a Balcarce 50.

El ministro Guzmán reconoció, frente a los mandatarios en la Casa de Gobierno, que el punto en el que no hay acuerdo hasta el momento con el organismo de crédito internacional es el del «sendero fiscal».

«Para nosotros no es posible lograr la idea de una deuda sustentable que se funde en razones de ajuste. Para nosotros ajustar la economía es achicarla, dejar de crecer y hacer más difícil las obligaciones que tenemos con los acreedores externos. Por lo tanto, la palabra ajuste está desterrada de la discusión, y para nosotros el secreto es crecer», dijo el jefe del Estado.

Guzmán, por su parte, señaló que «la diferencia entre lo que plantea el Fondo y el Gobierno argentino consiste en diferenciar un programa que con alta probabilidad sostendría la recuperación económica que la Argentina está viviendo; es esencialmente un programa de ajuste de gasto real versus un programa que le dé continuidad a esta recuperación fuerte a la economía».