Como adelantó Periodismo Federal, el Senado tendrá dos bloques, uno furiosamente K que aún no tiene conductor y que será designado en cuestión de horas por Cristina Fernández de Kirchner, la vicepresidente electa y quien será titular de esa Cámara, y el otro que responde a la liga de gobernadores peronistas y que actualmente preside el cordobés Carlos Caserio, «albertista».
Y la Cámara de Diputados tendrá como presidente al líder del Frente Renovador y ahora «albertista» Sergio Massa, cumpliendo el acuerdo con Alberto Fernández y Cristina para su regreso al peronismo, en tanto que la titularidad de la bancada será responsabilidad de Máximo Kirchner, cuyas acciones subieron ante el casi seguro traspaso del «Chivo» Agustín Rossi al Ministerio de Defensa, a partir del. 10 de diciembre.
Pero -salvo Massa- la masiva presencia de kirchneristas de pura cepa en el Parlamento puso en alerta a los gobernadores peronistas, cuya mayoría «jugó» en las elecciones con Fernández.
Es sabida la tirria que le tienen muchos mandatarios a todo lo que huela K, especialmente cuando escuchan la palabra Cristina-, pero el presidente electo los convenció en plena campaña de que serán un eje y un polo de poder en su gobierno.
Salvo el cordobés Juan Schiaretti, Alberto convenció a todos y es así como la tropa de gobernadores le puso su impronta propia a la campaña del Frente de Todos que le permitió a Fernández hacer un equilibrio frente al poder de Cristina y vencer a Mauricio Macri.