Incendios La Pampa

Un reciente estudio del INTA aseguró que en La Pampa hay 2 millones de hectáreas en alto riesgo de incendios, con una gran cantidad de acumulación de material vegetal en zonas inaccesibles y poca disponibilidad de agua.

En este contexto, especialistas del Área Observatorio para los Agroecosistemas del Instituto de Clima y Agua del INTA analizaron los focos de calor detectados en La Pampa, entre noviembre de 2000 y agosto de 2019 y, según Patricio Oricchio -investigador del Observatorio del Instituto de Clima y Agua del INTA- “en los meses de diciembre y de enero se registran casi cinco veces más de focos de incendios que durante el resto del año”.

Entre las causas destacó los valores de precipitaciones mínimos y las altas temperaturas propias de la época veraniega.

Oricchio detalló que para llegar a estos resultados analizaron datos históricos entre las fechas mencionadas, lo que les permitió estudiar los focos de calor en la provincia y concluir que “existen condiciones de riesgo moderado a alto que deberán ser monitoreadas en los próximos meses para ver si las condiciones mejoran o se tornan más críticas”.

Respecto a las zonas más vulnerables, Oricchio detalló que “la mayor cantidad de focos suelen presentarse en los departamentos de Caleu Caleu, Utracán, Lihuel Calel, Chalileo, Lonventué, Curacó y Limay Mahuida”, y aclaró que “si bien el estudio se hizo para La Pampa, la situación es extensible a cualquier región que tenga condiciones extremas de falta de precipitaciones y altas temperaturas, sumado a cobertura vegetal seca que favorecen a riesgos mayores”.

“Este primer análisis consistió en acumular la cantidad de focos de calor detectados en La Pampa en el período 2000-2019 para, luego, extraer los focos por la división departamental de la provincia y, por último, realizar un enfoque sobre los meses de octubre, noviembre y diciembre”, especificó María Eugenia Beget, investigadora del Observatorio.

En tanto, María de los Ángeles Fischer especificó que “de las 63.051 hectáreas quemadas, 25.585 ocurrieron entre octubre y diciembre de 2019” y “la totalidad de esta superficie, asociada a quemas clandestinas o provocadas por condiciones naturales, ocurrió en zonas definidas como riesgo 2 y 3 en el informe de alerta temprana de incendios realizado por el INTA Anguil de La Pampa en mayo de 2019”.

Alejandro Pezzola -especialista en sistemas de información geográfica del INTA Hilario Ascasubi, Buenos Aires- aseguró que, “el fuego es un moderador del paisaje, pero cuando su frecuencia excede, el ritmo natural, se produce un desbalance con graves pérdidas para el ecosistema y en la economía del territorio”.

En este sentido, desde el INTA consideran fundamental poner el foco en las tareas de prevención que consisten en mantener limpias de material combustible las picadas cortafuego, alambrados e instalaciones.

En el periodo estival es el de alta vulnerabilidad de nuestro ecosistema pastizal, que cubre parte del sur de Buenos Aire, Rio Negro; tenemos que recordar que con vientos superiores a los 20 km/hs. la propagación de las llamas es rápida y en esas condiciones se dificulta el ataque y contención de los incendios.

Además de mantener alambrados, cortafuegos, picadas e instalaciones libres de vegetación con arado o rastra de discos en una franja de ocho metros a cada lado del alambrado en los potreros con vegetación baja y de 20 metros en los campos con monte.

También recomendaron, en términos de prevención, tener muy presentes los parámetros de temperatura, humedad y viento para realizar quemas controladas, y solicitan consultar los pronósticos climáticos.

“Las condiciones generales nos indican una alta peligrosidad, en la zona del Espinal y del Monte, con las precipitaciones por debajo de la media histórica, y con un aumento paulatino de la temperatura, se deben extremar las precauciones para evitar los incendios rurales y forestales”, detallaron desde el INTA.