Era de esperar. El pico de tensión entre Alberto Fernández (Frente de Todos) y Mauricio Macri (Juntos por el Cambio) se produjo ya en la primera ronda del segundo debate presidencial del domingo a la noche en la Facultad de Derecho de la UBA. Completaban el cuadro el resto de los candidatos: Roberto Lavagna (Consenso Federal), Nicolás Del Caño (FIT), Juan José Gómez Centurión (Frente Nos) y José Luis Espert (Unite).
Como era previsible, Macri atacó a Fernández con temas de corrupción, especialmente con los que están siendo ventilados en los tribunales, pero el peronista no se quedó atrás y también le endilgó al líder el PRO irregularidades, como la causa del Correo Argentino.
El candidato del Frente de Todos, finalmente, no estuvo tan moderado en sus acusaciones contra Macri -como se había dicho desde su entorno-, a quien le había disparado munición gruesa en el primer debate y durante los días siguientes.
Sí aprovechó para rechazar la virulenta crítica de Juntos por el Cambios a lo largo de la semana por «el dedito acusador» que le endilgó Macri en el primer debate presidencial, en Santa Fe, en referencia a los gestos con el índice de su mano, desde el atril. «Ocupémosnos de los importante», le endilgó Fernández al jefe de Estado
Macri se diferenció: «Nosotros somos distintos a ellos; ellos alientan las barrabravas. En la época en que (Fernández) era jefe de Gabinete importamos 20000 kilos de efedrina» mientras que puso de relieve que en su gestión «no transamos con la droga».
«Así son ellos, no van a cambiar», disparó, y también acusó a los K de no ir con la «verdad» en el caso de Santiago Maldonado, el joven quien, según la investigación judicial, murió ahogado, mientras que el kirchnerismo sostenían la «desaparición forzada de persona» por parte de la Gendarmería, que custodiaba la ruta en que ocurrió el hecho, en la Patagonia.
«Nosotros estamos dando una batalla sin cuartel al narcotráfico», subrayó el jefe de Estado.
Fernández consideró que «es más fácil hablar de mano dura, de penas más fuertes» pero el tema de seguridad «está vinculada a la desigualdad de la sociedad» y adelanto que creará «un Consejo de Seguridad como política de Estado».
Macri hizo hincapié en que ahora las «estadísticas dicen la verdad y están avaladas por la ONU», y se bajaron los índices en materia de criminalidad.
Ambos contendientes volvieron a cruzarse en el tema empleo. El peronista dijo que al Presidente «no le preocupa el trabajo» y, en ese sentido, remarcó que bajó de categoría el «Ministerio de Trabajo», al tiempo que dijo que en caso de ganar, las pymes «dejarán de pagar tarifas dolarizadas».
Macri, en tanto, reconoció que hay «gente preocupada» por la falta de empleo pero sostuvo que luego de las elecciones del 27 de octubre, en caso de triunfar, acabará «la incertidumbre política» y mejorará la economía.
El jefe de Estado aprovechó para golpear a Fernández, al recordarle casos de corrupción en la era K y mencionó puntualmente las detenciones de Julio de Vido, ex ministro de Planificación Federal, y de José López, el secretario de Obras Públicas, quien fue apresando arrojando bolsos de dinero a un convento.
El líder de Juntos por el Cambió también apuntó: «Dimos vuelta la peor gestión en energía».
En este tema intercedió Lavanga, quien dijo que «hay que estabilizar para poder crecer» y puntualmente le dijo a Macri: «Creo que se siguen equivocando, la relación es inversa, el crecimiento lleva a la estabilidad».
Luego vino el turno de Fernández, quien le manifestó al jefe de Estado: «Usted en materia energética lo que hizo fue llenar los bolsillos de los amigos,
¿Usted no vio la corrupción en su familia?, presidente hablemos en serio», lanzó.
Espert, por su parte, le preguntó al dirigente peronista si «a la luz de los procesamientos y denuncias, no vio nada o fue cómplice».
Justo a continuación habló Fernández, quien le respondió: «Cuando tuve diferencias renuncié y me fui a mi casa» en tanto que Macri «el día que deje el gobierno lo esperan 100 causas, no me corra por ese lado, puedo darle clases de decencia».
El sorteo hizo que el siguiente turno fuese el del Presidente precisamente, quien expresó que era de «muy mal gusto citar a una persona que no está», refiriéndose a su padre, Franco Macri, y lanzó una batería de misiles contra Fernández. Le recordó, entre otros hechos, las causas por «los bolsos de López y la valija de Antonini Wilson».
El tercer tema de debate le sirvió a Espert para criticar «los feudos» de los gobernadores y propuso eliminar la coparticipación federal.
Fernández, en tanto, consideró que «la Argentina no es un país federal y este modelo de país ha sido muy ingrato».
En ese línea, aprovechó para sostener que «el presidente Macri dijo que iba a mejorar la calidad institucional y propuso dos miembros de la Corte por decreto y persiguió jueces».
Evaluó que «la corrupción es un gran problema» y se quejó de los «empresarios que corrompen y de los funcionarios que se dejan corromper».
El turno le tocó luego a Macri, quien acusó a los K de «prepotear» y de usar la «chequera» para disciplinar a los gobernadores, punto en el que expresó que «ya le avisaron a la ciudad que le van a sacar los recursos» si el PJ gana la presidencia y Horacio Rodríguez Larreta la jefatura de Gobierno porteña.
El Presidente dijo que encontró un «Estado sin control y lleno de militantes» y golpeó cuando sostuvo que ahora allegados al Frente de Todos proponen una «Conadep para perseguir a los periodistas».
«No somos iguales, ellos creen que pueden empardarse, son tantas las diferencias que tenemos que no ven que Maduro (el presidente de Venezuela) es un dictador».
Lavagna propuso una «nueva ley de Copartcipación» para evitar «discrecionalidad».
Fernández le contestó a Macri al decir que «el Presidente está preocupado por cómo le iba a ir a la prensa conmigo» y remarcó que él le dio entrevistas a los periodistas, especialmente a los «opositores y Macri logró un bloque informativo con presiones a los «dueños de medios».
«La prensa corre peligro con Macri, no conmigo», concluyó.
Macri, en tanto, dijo que «lo único que reconoce» Fernández es la alteración de los datos «del Indec», siendo que «él firmó el decreto interviniéndolo» cuando era jefe de Gabinete.
Espert volvió a destacarse luego con una comparación entre los dos principales candidatos. «Muchachos abrácense».
Seguidamente, el líder del Frente de Todos advirtió irregularidades en la gestión de Macri en «parques eólicos», y que su hermano (Gianfranco) “terminó blanqueando dinero cuando la ley decía que no lo podía hacer».
El jefe de Estado retrucó que «esta semana quedó claro que el kirchnerismo y Alberto Fernández son lo mismo» cuando el peronista dijo días atrás que la expresidenta Cristina Kirchner y él “eran lo mismo”.
A su vez, Fernández dijo que «definitivamente no nos parecemos en nada y menos en el tema de la pobreza» y le endilgó al Presidente que cuando «finalice su mandato habrá un 40 % de pobreza´». Lo acusó de «mentir una y otra vez y lo más grave es cómo multiplicó el hambre».
El líder de Juntos para el Cambio analizó que «es indignante escuchar hablar de pobreza» al peronsimo cuando ellos gobernaron «24 de los últimos 30 años» y manifestó que «siempre usaron a los pobres».
Lavagna intervino: «Cuidado a acostumbrarnos con la pobreza» y pidió «políticas integrales» para combatirla; mientras tanto Espert habló de «30 años de pobreza» en el orden de un 30% y señaló que el «sistema jubilatorio es una etapa y hay que reformularlo hacia un sistema de capitalización dentro del Estado».
Fernández, en tanto, coincidió con Lavagna en los temas de pobreza y dijo que el Presidente “no se ocupa del hambre”.
Macri, por su parte, anunció que desde el primero de enero los crédito UVA se ajustarán por los aumentos de salarios y no por inflación, como es hasta hoy.
Del Caño le contestó que «los créditos UVA son una estafa» y propuso un amplio plan de viviendas si su frente llega al gobierno.
«Pareciera que Macri se acordó de la viviendas en estos últimos cinco minutos», contratacó a su vez Fernández.
El jefe de Estado no se quedó atrás: «Aguantar la agresividad kirchernista es duro, es imposible, es increíble que quieran hacernos creer que no gobernaron los últimos 12 años».
Lavagna también disparó contra el Presidente: «Me acabo de enterar que Macri nos ha anunciado que así será», en referencia al anuncio de que los créditos UVA se ajustarán, de ganar Juntos por el Cambio, por él índice de aumentos salariales y no por la inflación.
Por último, Macri advirtió que sobre el fin de la campaña «el kirchnerismo volvió a ponerse agresivo» y citó la frase de ayer en la multitudinaria marcha en el Obelisco: «Vamos a dar vuelta esta historia y no solo esta elección, hoy estamos mucho mejor parados».
A su vez. Fernández citó una frase de María Elena Walsh: «Tantas veces me mataron, tantas veces me morí, sin embargo estoy aquí resucitando….» y contrapuso que mientras «un día llegamos con Néstor y Cristina y pusimos a la Argentina de pie, y después vino Macri, pero la Argentina ahora puede crecer».