Al final, el gobernador electo de Tierra del Fuego, Gustavo Melella (Forja), tuvo una transición civilizada con el vicegobernador a cargo Juan Carlos Arcando (PJ) y hoy asumirá su cargo. Pero todo indica que se avecinan cambios profundos en el Poder Ejecutivo fueguino. Es que Melella, que ganó en junio la elección en primera vuelta -algo inédito en la provincia- no mantuvo siquiera una comunicación telefónica con la gobernadora saliente Rosana Bertone (PJ), enojado por supuestas operaciones en contra suya que le endilgó a la dirigente peronista.

Como Bertone renunció hace 10 días para asumir su banca de diputada nacional y asistir a la asunción del presidente Alberto Fernández, el vicegobernador Arcando se hizo cargo de la gobernación, aunque empezó con el pie izquierdo porque para asumir gastó casi medio millón de pesos en un bastón de mando especialmente cincelado por el orfebre Juan Carlos Pallarols -el mismo que los hace para los presidentes- y, también, eliminó un tope salarial para el gobernador y demás funcionarios que podría dar lugar a un salariazo. 

Con Arcando en el poder, Melella bajó un cambio y hubo transición y, si bien el gobernador de Forja no se pronunció sobre cómo recibiría las cuentas provinciales, allegados a él anticiparon que se vienen nuevos vientos de cambio en territorio fueguino. El eje será revisar los últimos nombramientos de Bertone y analizar la situación económica financiera del Tesoro provincial, que es «delicada», según anticiparon a Periodismo Federal.

Ayer, Melella, junto a la vicegobernadora electa, Mónica Urquiza, presentó a los nueve ministros y tres secretarios que conformarán su gabinete y que jurarán hoy a las 16 en  microestadio José “Cochocho” Vargas del Complejo polo deportivo y cultural Pioneros Fueguinos de Ushuaia.