No lo va a decir públicamente. Alberto Fernández no tiene el estilo intempestivo de  Jair Bolsonaro, pero la estadía estos días del presidente electo en México, donde ayer se reunió con Andrés Manuel López Obrador, tiene el objetivo de sustituir a Brasil como principal socio de Latinoamérica, o por lo menos intentarlo, para asustar a su vecino, quien no para de mandarle insultos y mala onda.

Claro, Alberto Fernández lo toreó a Bolsonaro ni bien ganó las PASO, el 11 de agosto, cuando fue a visitar a Lula da Silva a su cárcel, en Curitiba. Tanto en la diplomacia de Itamaraty como en la sede del Palacio del Planalto consideraron eso una «mojada de oreja» hacia ellos y ahí iniciaron una batería de críticas al candidato del Frente de Todos y sumaron elogios hacia su contrincante Mauricio Macri.

Por eso, el viaje a México -el otro había sido a España- es de fundamental importancia leerlo en clave política y económica. La agenda se encuentra llena de mensajes al principal socio comercial del Mercosur y a las ultimas diatribas que han llegado desde el Planalto.

Fernández, quien está furioso con Bolsonaro, busca aumentar las exportaciones agroindustriales con destino al país azteca y AMLO, las siglas con las que se lo conoce al presidente de México, tiene la meta de reactivar el acuerdo automotriz ya existente pero que se encuentra ralentizado por la baja del consumo en mercado local del rubro. La industria del rodado está en crisis en Argentina- como otros tantos sectores-, proyectando este año poder vender solo 400.000 unidades y México fabricará la friolera de 2.9 millones de autos.

También puede interpretarse, ante las amenazas rimbombantes del Bolsonaro, como un señal firme. «Si Brasil pretende ajustar sus importaciones, buscaremos otros mercados para compensar», se escuchó cerca del bunker de la calle México 337, donde se están mudando a Puerto Madero.

El dato central que hay que tener en cuenta es que, por lejos, el vecino país representa compras argentinas por aproximadamente U$S10.000 millones y las de México oscilan entre U$S650 y U$S850 millones..