El peronismo volverá a gobernar el país al obtener un  triunfo en la elección presidencial del 47 %.

La ola victoriosa alcanzó las gobernaciones de la provincia de Buenos Aires, Catamarca y La Rioja, mientras que en la Ciudad de Buenos Aires el aliado del Frente de Todos, Matías Lammens perdió categóricamente por 20 puntos frente a Horacio Rodríguez Larreta.

Fernández, en su discurso triunfal, agradeció especialmente a su mentora, Cristina Fernández de Kirchner, quien lo ungió en la candidatura el 18 de mayo pasado y ella se corrió al segundo lugar, como vicepresidenta.

Paradojas de la vida, Cristina, hoy electa vicepresidenta, deberá volver a Tribunales el lunes 4 de noviembre en la causa en la que está siendo juzgada en juicio oral y público, por corrupción en la obra pública.

Cerca de las 22, el jefe de Estado felicitó al presidente electo Alberto Fernández y confirmó el anuncio de Periodismo Federal al anunciar que había hablado con el candidato del Frente de Todos y lo había invitado mañana a desayunar en la Casa Rosada.

A primera hora, el jefe de Gabinete, Marcos Peña, había puesto en duda cómo sería la transición, señalando que si no había diferencia había que esperar al escrutinio definitivo.

Como adelantó Periodismo Federal, el «ala política» del Gobierno de Cambiemos había pergeñado -con el visto bueno de Macri- una transición civilizada al estilo Mendoza o Chile, en la que el perdedor invita a desayunar al día siguiente a su vencedor. Sin embargo, Peña pronosticó que habría que esperar el resultado del escrutinio definitivo.

La diferencia de seis puntos entre Fernández y Macri convierte al Congreso en un ámbito polarizado y con cierta paridad entre las dos fuerzas, composición que obligará a negociar todas las leyes.

El triunfo de Kicillof pulverizó las intenciones reeleccionistas de la gobernadora Vidal -quien a mediados de año fue candidateada a presidenta de cambiemos por el titular de la UCR, Alfredo Cornejo.

Kicillof fue la sorpresa electoral de este año -tanto en las PASO como hoy- porque si bien se lanzó a la arena electoral hace más de un año -recién a mediados de 2019 Cristina lo posicionó como postulante a suceder a Vidal, quien por esa época -pese a la crisis económica- parecía imbatible.