A una semana de su gran día, el presidente electo Alberto Fernández, insistió en que su Gabinete está definido «in pectore», aunque dejó intrigas hasta el viernes, a las 18, cuando lo presente públicamente en conferencia de prensa.
«De los nombres que suenan, algunos son y otros no», dijo en tono misterioso.
«Van a ver que Cristina no lo llenó de nombres propios», argumentó, y explicó que «hay mucha representación del interior del país. Somos un frente, no somos una cooperativa. No es que todos tienen que tener un lugar, después el Presidente va resolviendo de acuerdo a lo que él cree que es lo mejor».
Del excandidato presidencial Roberto Lavagna, a quien intenta sumarlo a su Gobierno encabezando el Consejo Económico y Social- dijo que «es alguien a quien valoro mucho».
«No es del Frente pero lo escucho mucho. En el Gabinete no tendrá un cargo, no sé si algún día querrá sumarse al gobierno. Para mí sería un gusto», aseguró, dejando un suspenso de cinco días acerca de si el ex ministro de Economía de Eduardo Duhalde y de Néstor Kirchner se incorporará a su staff.
Alberto confirmó pocos nombres de su elenco, pero llamó la atención que uno de esos fuese el de Marco Lavagna, hijo de Roberto, como futuro titular del Indec. Ese anuncio abonó la hipótesis de que la posibilidad de que Lavagna padre también aceptase -pese a que en campaña dijo que no se pasaría al Frente de Todos- un lugar en el equipo de Alberto.